La cirugía ortognática es un procedimiento quirúrgico que se realiza en la mandíbula y/o el maxilar para corregir anomalías en la estructura ósea de la cara y la mandíbula. Esta cirugía puede ser necesaria para solucionar problemas como mordidas incorrectas, mandíbulas sobresalientes o retraídas, asimetrías faciales, problemas respiratorios y de apnea del sueño, entre otros.
El objetivo de la cirugía ortognática es mejorar la función de la mandíbula y la mordida, así como mejorar la apariencia estética del rostro y la sonrisa. La cirugía se realiza bajo anestesia general y puede requerir una hospitalización de uno a varios días dependiendo del tipo de procedimiento.
Antes de la cirugía, el paciente será evaluado por un equipo médico y dental para determinar el plan de tratamiento más adecuado. Esto puede incluir radiografías, fotografías y modelos dentales. La cirugía en sí puede involucrar la fractura y reposicionamiento de los huesos maxilares y/o mandibulares, así como la eliminación del exceso de hueso y/o cartílago.
Después de la cirugía, el paciente puede experimentar hinchazón, dolor y dificultad para hablar y comer durante varios días o semanas. Se recomienda una dieta líquida o blanda durante el período de recuperación, y el paciente deberá seguir un régimen de cuidado dental y evitar actividades físicas extenuantes durante un tiempo determinado.
En general, la cirugía ortognática es un procedimiento seguro y eficaz para corregir problemas dentales y faciales. Sin embargo, como cualquier cirugía, existen riesgos y posibles complicaciones, como infección, sangrado excesivo, daño nervioso y problemas de cicatrización. Por lo tanto, es importante hablar con un profesional de la salud calificado para determinar si la cirugía ortognática es el tratamiento adecuado para usted y para discutir los riesgos y beneficios potenciales.
Fuente: Proffit WR, Turvey TA, Phillips C. Ortodoncia contemporánea. 6ª ed. Elsevier; 2018. Capítulo 39, Cirugía ortognática; p. 874-919.