Los implantes dentales son dispositivos médicos diseñados para reemplazar los dientes perdidos o faltantes. Consisten en un poste o tornillo de titanio, que se inserta quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular, y una prótesis dental personalizada que se fija al poste. Los implantes dentales pueden reemplazar un solo diente, varios dientes o incluso todos los dientes de una arcada dental completa.
Los implantes dentales se utilizan para restaurar la función dental y mejorar la estética dental. También pueden prevenir la pérdida ósea en la mandíbula, lo que puede ocurrir después de la extracción dental y afectar la apariencia y la función dental.
Además, los implantes dentales son una alternativa más duradera y estética a los puentes dentales y las dentaduras postizas. Pueden durar décadas o incluso toda la vida si se cuidan adecuadamente, lo que los convierte en una opción de tratamiento a largo plazo.
Los implantes dentales también pueden mejorar la calidad de vida de las personas que tienen dificultades para comer o hablar debido a la pérdida dental, lo que les permite disfrutar de alimentos más duros y hablar con más claridad.
En general, los implantes dentales son una opción segura y efectiva para reemplazar los dientes perdidos y mejorar la calidad de vida dental y general de las personas. Sin embargo, es importante que los pacientes se sometan a una evaluación exhaustiva de su salud dental y general antes de someterse a la colocación de implantes y sigan un buen cuidado dental y un seguimiento regular con su dentista para garantizar su éxito a largo plazo.
Fuente: Albrektsson T, Zarb G, Worthington P, Eriksson AR. The long-term efficacy of currently used dental implants: a review and proposed criteria of success. Int J Oral Maxillofac Implants. 1986;1(1):11-25.